lunes, 28 de octubre de 2013

El dolor del corazón.

Los tonos menores viajan por toda mi cara
esa nostalgia que brilla conmigo,
mientras escucho estas melodías,
esas que me recuerdan a tu perfume,
y que me dejan mirando al suelo,
buscando tu abrazo.
Me elevo, salgo flotando,
inspirado y atrapado en todos mis recuerdos,
quedo  entrelazado entre tu figura imaginaria,
explotando por dentro y hacia afuera,
donde en mi interior veo como tus manos me llevan,
me llevan hacia tu pecho,
donde puedo sufrir este sacrilegio en paz,
y siento tu cálida preocupación hacia mi.
Pero luego abro mis ojos,
claro, estoy solo
tirado en el suelo,
mirando el techo con la mirada rota,
triste y naufragando en mi inconciente,
el exterior es muy distinto a mis pensamientos.
Borracho, sin sentido,
abro mis ojos, con furia
ira, angustia,
me levanto de mi perdición
apretando mis puños,
arodillado,
vomitando mi corazón desde el abismo.
¿Dónde está mi alma?
¿Dónde estoy?
¿A dónde fue mi luz?
Lo comprendo,
ahora soy solo un simple mortal,
uno mas de aquellos,
ya no puedo hacerte brillar,
ni a ti ni a mi,
solo te extraño, sin nada que ofrecer,
Comprendo que te alejes,
no podrías lidiar con esto,
no lo mereces,
mereces estar linda,
feliz, alegre y espontanea.
Yo tomaré las balas por lo nuestro,
no te preocupes, estaré abrazándonos
aquí y allá, haciéndonos brillar,
en el centro de la tierra,
en las tres estrellas que miro para conectarme con vos,

y aquí, en el mundo mismo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario