martes, 27 de agosto de 2013

Yo me amo.

Quiero terminar con el fraseo.
Estoy con la sangre hirviendo.
Te recuerdo blanca.
Te pienso en negro.
Desenredarme de aquella maleza fue casi imposible.
Soltarse fue una hazaña.
Mirar hacia atrás, una tortura.

Caminé y caminé.
Con la cabeza baja y mis manos en mis bolsillos.
De a ratos tambaleaba y me caía al piso.
Arrodillado le pegaba al suelo.
Miraba hacia atrás y allí estaba,
Quería volver corriendo,
Quería estar entre las enredaderas de mi oscuridad
¿Por qué?
Solo pude imaginarme, que mientras mas profunda era mi oscuridad,
más podría acercarme a mi luz.
¿Y tu luz?
Fue la que me llevó a la oscuridad.
¿Dónde estás ahora?
Fuera de mi.
..........

Luego de haberme soltado de aquella tundra oscura,
Luego de caminar tambaleándome,
Aparecí nuevamente.
Era yo, viviendo.
La vida seguía, para nada fácil, siempre dura.
Yo, me amo.
Yo, me amo.
Repita después de mi.
Yo
Me
Amo.

Miraba mi cuerpo y tenía dulzura.
Miraba mis manos y encontraba lujuria.
Sonreía.
Pero algo no estaba bien.
Las cosas sucedían, pero yo no podía deliberar.
Solo actuaba.
Mis decisiones no parecían malas, tampoco buenas.
Estaba trabajando en modo automático.

Repita después de mi.
Yo, me amo.
Yo, me amo.



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